¿Quieres comprar una AIO para tu CPU? Ojo con las Lian Li Galahad…

Hace bastante tiempo vimos cómo muchos fabricantes de refrigeraciones líquidas AIO tuvieron problemas con muchos de sus productos, en concreto, con obstrucciones y rendimientos muy deficientes tras pocos meses de uso. Pues bien, aquello que parecía subsanado vuelve y con mayor intensidad, porque de nuevo Apaltek está en el foco del problema, esta vez, con Lian Li como fabricante y los modelos Galahad. ¿Han vuelto las obstrucciones y oxidaciones?

Lian Li Galahad, la gama de AIO que desata de nuevo un problema con Apaltek

Realmente y como hemos indicado, parece más un problema de Apaltek que de Lian Li con sus Galahad, que es quien encarga el producto en base a unas especificaciones. El fabricante ya estuvo inmerso en polémicas con MSI o Fractal, seguro que lo recuerdas, pues volvemos al punto de partida y con peores consecuencias.

Como se puede ver en la imagen superior, se vuelven a encontrar los mismos residuos en el bloque, el cual lo están obstruyendo. Mismo caso en la imagen inferior, donde se ve el jet totalmente obstruido y los fins colapsados de ese material gelatinoso mezclado con partículas sólidas. El rendimiento, como especulas, se fue de paseo y la CPU en cuestión entró en Throtting como en casos anteriores.

Los radiadores están muy obstruidos en sus tuberías internas, y como era de esperar, tras cortarlo, se aprecia al problema: el líquido usado se ha gelificado debido a la oxidación y contacto con el Flux de la soldadura usada para el aluminio, que básicamente es fluoruro de potasio oxidado con el propio aluminio.

Una espectroscopia de los residuos deja claro que lo que tenemos claramente es aluminio en un 43%, flúor en un 30%, carbono (16%) y potasio (14%), lo que evidencia que hay una corrosión muy preocupante.

¿Cuál ha sido el problema en concreto? ¿Tiene solución?

Los problemas son dos. Por un lado, el hecho de no realizar una soldadura no corrosiva en un ambiente con menos de 200 ppm de oxígeno, lo cual es mucho más caro de realizar, pero palía en casi su totalidad la oxidación. En segundo lugar, el flux usado para la soldadura, al ser de mala calidad y oxidarse, produce una reducción de los silicatos que desprende del metal poco a poco el residuo generado por dicha soldadura.

Esto permite que se introduzca en el líquido y en el flujo de la AIO, lo cual al contacto libre en él termina por formar el gel que hemos visto al descomponerse poco a poco en partículas cada vez más pequeñas. Esto obstruye todo el sistema, desde el bloque, bomba y radiador, mermando el rendimiento y forzando la bomba cada vez más.

Los aditivos anticorrosión que se usan en los líquidos basados en glicoles terminan por hacer el resto con los silicatos. Cuando el silicato se agota es la mezcla de glicol la que con el resto del flux crea hidróxido de aluminio, que es básicamente la composición de la gelatina que vemos.

Limpiar el sistema AIO no basta, puesto que volveríamos al punto de partida y tendríamos el mismo final, donde con el paso de los años la refrigeración va a terminar por perder rendimiento e incluso podría darse en el peor de los casos una fuga por exceso de presión en algún punto debido al cúmulo del calor en partes clave obstruidas.

Lo barato sale siempre caro

Como siempre, es un problema de costes y de medio ambiente. La soldadura no corrosiva no es respetuosa con el entorno y para lograrla se necesitan equipos y máquinas costosas, por lo tanto, esto en Europa o EE.UU. dispara los costes. En China, en cambio, esto no importa y son muy laxos para favorecer su industria. Pero ni aun así parece que Apaltek tenga intención de lograrlo, puesto que los diseñadores, Lian Li en este caso, buscan costes y beneficios.

Como conclusión final, lo barato sale caro. Cuando veáis una AIO bastante más cara que otra, con un rendimiento similar, preguntaros los porqués y acordaos de estos movimientos. Nadie da duro a peseta y este es un claro ejemplo.